Caterpillar restablece el suministro eléctrico en una escuela culinaria de Puerto Rico

"Lo único que pasaba por mi cabeza era ¿qué vamos a hacer ahora? Nadie más puede ayudarnos", dijo Maldonado. "Necesitábamos especialmente la electricidad para el almacenamiento de alimentos como escuela culinaria. Esto era un gran problema y no sabíamos qué hacer con toda la comida. Vaciamos el congelador y el refrigerador y entregamos la comida a otros servicios de alimentos para que no se estropeara".

Para empeorar las cosas, sin electricidad, la bomba de agua no funcionaba, lo que dejaba a la escuela sin agua corriente para beber, cocinar o bañarse. Se bañaron en el río durante ese tiempo y continuaron las clases a la luz del día hasta que, por último, se suspendieron.

Los estudiantes y el personal que vivían en el lugar se apresuraron a ocuparse de lo básico y se turnaron para viajar a los lugares donde el gobierno repartía agua potable. "Las filas siempre eran largas", dice Maldonado. "A veces estábamos de pie durante horas".

Fue durante esta época cuando la presidenta de la escuela, Claudia Flores, conoció a un empleado de Rimco Cat a través de un amigo en común. Mientras conversaban, se les ocurrió una idea, y Flores lanzó una campaña a fin de recaudar fondos para comprar otro generador.

"Decidimos que esta vez íbamos a comprar uno nuevo", dijo Gertrudis Romanach, profesora de la escuela. "E íbamos a comprárselo al concesionario Cat Rimco por su excelente servicio de atención al cliente".

Una vez recaudados los fondos, el personal de la escuela fue a donde Rimco y conoció a su nuevo representante de ventas de Caterpillar, Moisés Colón. "Desde entonces, trabajó para nosotros las 24 horas del día, los siete días de la semana", señaló Romanach. "Movió cielo y tierra por nosotros para conseguir nuestro generador".

Por lo general, la adquisición e instalación de un nuevo grupo electrógeno Cat® no requeriría esfuerzos muy heroicos, pero el prolongado corte de energía en la isla durante los meses posteriores a María implicó una alta demanda de grupos electrógenos, y los plazos de entrega eran largos. En un principio, se dijo que la escuela no recibiría el generador hasta marzo, casi seis meses después del huracán. Pero conociendo la desesperante situación a la que se enfrentaba, Colón trabajó con otros clientes de Rimco y pudo entregar el nuevo generador de 200 kW a la escuela tres meses antes de lo previsto.

El día de la instalación fue una celebración. Cuatro meses después, el generador Cat y Monteclaro funcionaban a toda máquina.

"Sinceramente, nunca me doy cuenta de que el generador está en marcha porque es muy silencioso en comparación con el antiguo", afirmó Romanach. "Y es muy agradable saber que tenemos nuestro generador Cat y que es fiable".

Aunque el camino no ha sido fácil, ambas mujeres coinciden en que el fracaso del antiguo generador podría haber sido una bendición. "¡Porque ahora tenemos nuestro generador Cat!", explicó Maldonado. "La electricidad se corta todo el tiempo, pero ahora no tenemos que preocuparnos".

"¡Que venga otro huracán, ahora tenemos nuestro generador!" bromeó Romanach. "No lo digo en serio, pero nos sentimos muy preparados".

Rimco Cat fue esencial en la recuperación de la energía crucial para la isla. Reunieron el inventario del concesionario, intercambiaron unidades con muchos concesionarios de EE.UU. e hicieron que sus unidades se enviaran directamente a Puerto Rico desde la fábrica. En la escuela incluso compraron generadores adicionales para otras partes del negocio a través de Rimco debido al excelente servicio y respaldo que brindó.